Creo en el paraíso de las obras de arte
Creo en el poder del artificio y de la vulnerabilidad
Creo en la belleza de las madres y la desobediencia de las hijas
Creo en el maquillaje del dolor y de la dicha
Creo en la impureza del mundo
y en las mujeres impuras que lo habitan
Creo en las brujas devotas
Creo en las vírgenes diabólicas
Creo en las viudas danzante
Creo en la fotografía como transformación
Creo en la fotografía como plegaria,
magia,
diatriba
y revolución
Creo en la fotografía como contradicción
Creo en las contradicciones de todo lo que vive
Creo en el instinto abriéndose camino por el universo
y en el acetato de celulosa como portador del instinto
Creo en la plasticidad de la carne y en la música pop
Creo en la piel de mis hermanas como mi espejo
Creo en que narrarme es fabricarme una nueva vida
Creo en la disolución del límite entre el yo y el mundo
Creo en el amor y en el odio
Creo en la fuerza que nace de las sombras
Creo en Mama Quilla
Creo en los evangelios apócrifos
Creo en ser todo y ser nada
Creo en los fragmentos de mi personalidad
Creo en el poder del remix
de la reversión
de la reconversión
Creo en el poder apotropaico de la fotografía
Creo en las discípulas cercana de Jesús
Creo en Inti y en las etapas del sol
Creo en ser icónica como María Magdalena
Creo que la poesía no está hecha de palabras y que la fotografía
puede espantar el mal
Creo en el cambio
Creo en las santas y en las semidiosas
Creo en el arte y en sus desvíos
Creo en la fotografía como poema y premonición
Creo,
y así puedo crear.
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